El Dios Creador, el Dios Persona y la Muerte.
Como ya he razonado , el libre albedrío o arbitrio son una ilusión [1] . La personalidad es nuestro destino. Las sucesivas resoluciones que vayamos haciendo, siguiendo las directrices de nuestra personalidad en cada escenario en el que nos sitúe el azar, nos llevaran por un camino único. Los resultados serán ineludibles, aunque no predeterminados. No los conoceremos hasta lograrlos. Incluso cuando nos fijemos objetivos lo haremos de acuerdo con nuestra personalidad. Como idea filosófica, de gran envergadura, la negación del libre albedrío toma el nombre de Determinismo . Si el determinismo es cierto, el premio y el castigo en otra vida no tienen sentido. Por tanto, tampoco tiene sentido que haya otra vida, donde se juzgue el comportamiento tenido en ésta. Y tampoco tiene sentido que el ser humano sea trascendente. La razón no puede captar ese concepto de trascendencia. Lo que explica la invención por el ser humano de otra vida trascendente es que la idea ...