El proceso formal de gestión de la innovación
Creo interesante exponer algunas
especificidades del proceso de gestión de la innovación.
En nuestro país existen subvenciones y exenciones de impuestos a las
empresas innovadoras. En aquellas en que he trabajado, los contactos con el
Estado para conseguir ayudas a la innovación han sido puntuales y sin demasiado
éxito, en ocasiones habíamos conseguido desgravaciones fiscales. Con las
universidades y centros tecnológicos simplemente no los ha habido. Y creo que
los centros tecnológicos podrían desempeñar un papel importante en la I+D que
facilitaría las innovaciones. Nada sé sobre los llamados “Clusters” de
empresas. Todo el mundo habla de su importancia pero nunca los he visto actuar.
Los gobiernos de los países oyen hablar de innovación y les parece que es
solo cuestión de dinero. La tradición (Conocimiento) de innovar en una empresa
y un país es crucial. En España no tenemos esa tradición. Hemos perdido todos
los trenes de las tres primeras revoluciones industriales y es mi opinión que
también perderemos el de la Industria 4.0 porque no se puede
aprender a escribir si no sabes leer. La falta de conocimiento de las
competencias de innovación aumenta la necesidad de gestionar los riesgos.
En los temas del paro y la innovación -contrariamente a lo que se
piensa- el estado no puede influir gran cosa. Lo máximo que se puede pedir es
que no estorbe. Esa idea de que "...el estado debe ser el que más
contribuye a la innovación" es curiosa. Otra cosa es la investigación.
En
lo que sigue, llamaré al proceso de innovación de producto, proceso de
desarrollo de productos (que acabará o no en innovación). Creo que es la
acepción más utilizada, aunque no demasiado correcta. Este proceso es el más
completo, complejo y difícil de los procesos de negocio e involucra todas las funciones de una empresa. Es
necesario estructurarlo en modo formal. En lo fundamental es aplicable al proceso de innovación en servicios.
El
modelo adecuado para este proceso tiene más de 25 años, está basado en la
Ingeniería Paralela, es decir el proceso de diseñar un producto usando todas las sugerencias y evaluaciones de los participantes (comprendidos los proveedores) simultáneamente y desde el arranque hasta el fin del proyecto. Es una técnica de gestión nacida a mediados de los años 80 del siglo pasado. y
es bien conocido (aunque poco aplicado). Lo que convendría saber en todas las
empresas es el modelo que realmente se está utilizando (si alguno) para poderlo
comparar con el correcto.
Los
elementos fundamentales de un proceso de innovación son el responsable del
proceso ( Director
o Jefe de Proyecto) y un Equipo de Proyecto compuesto con representantes de
todas las funciones de la empresa. El objetivo de tal Equipo es obtener un
nuevo producto (o servicio) con éxito comercial.
Cada
empresa debe plantearse los objetivos de su proceso de innovación, por ejemplo.
·
El
tiempo desde la apertura formal de los proyectos hasta la
introducción del producto (o el servicio) en el mercado, es decir la duración
del proceso.
·
A
qué tipo de innovación se va a dedicar con preferencia (incremental, radical, disruptiva) si
dispone de los recursos necesarios y si la innovación es coherente con las
expectativas de los accionistas.
·
Disponer
de las tecnologías necesarias antes de empezar el proceso.
·
Cómo
deberá mejorar su competitividad el
nuevo producto/servicio.
Hay
dos teorías sobre la composición y funcionamiento de un equipo de proyecto
dedicado a la innovación.
Según
el primer enfoque, los representantes de la funciones en el equipo también se
dedican a realizar en paralelo, dentro de su función, tareas que no forman
parte del proceso de la innovación de un producto o proceso concretos. Son
tareas de procesos caóticos y las prioridades las determinarán ellos mismos. Se encuentran desgarrados entre
las obligaciones de su función para con los procesos caóticos, que les
encomienda su jefe funcional –Jefe “natural”- con plazos cortos, y las tareas
del proyecto, con plazos más largos.
Con
este enfoque –procesos formales y procesos caóticos en paralelo- el personal
implicado en el proyecto trabaja con eficiencia, perdiendo –quizás- eficacia.
Para agravar la situación, los Jefes Funcionales suele mirar el proyecto con
malos ojos y al Director de Proyecto como un intruso. Finalmente la situación
constituye una fuente ideal de excusas para unos y otros.
Con
el segundo enfoque, el Responsable de Proyecto y los responsables funcionales
de su desarrollo que forman el equipo de proyecto se reúnen en un entorno
aparte que en algunas empresas recibe el nombre de Platoon
of the Project .
Hemos creado lo que queríamos evitar; un compartimento estanco. Por otro lado,
es muy difícil que –salvo para proyectos muy grandes (aquellos con más de diez
millones de euros comprometidos en gastos del proyecto más las inversiones)-
los miembros del equipo estén siempre ocupados en tareas del mismo. En
cualquier caso, se olvida que, irremediablemente, los representantes de las
funciones necesitarán la colaboración de los demás recursos de la Función; la
situación con este segundo enfoque no es muy distinta a la del primero, aunque
es posible que se consiga mayor eficacia con menor eficiencia.
Personalmente,
recomiendo vivamente el primer enfoque. Por otra parte, será muy difícil que
una empresa sea innovadora si la innovación no es parte de su cultura y está
difundida por toda la empresa.
La
innovación no es solo de procesos (la innovación en procesos lo es si con ella se consiguen ventajas competitivas) y productos o servicios con éxito
comercial; debe ser una cultura
Alguna vez me he encontrado con un proceso de
gestión de la innovación pilotado casi exclusivamente por el departamento
técnico, según auto-especificaciones predominantemente técnicas. Marketing y
Ventas habían pedido el producto sin concretar ni las
prestaciones que querían el o los clientes ni el coste objetivo ni el plazo
para su introducción en el mercado. Se suponía que “todo el mundo” (todas las
funciones y la Dirección) sabía que se estaba trabajando en un desarrollo pero
desconocían, y no habían mostrado interés en conocer, la marcha de los trabajos
del departamento técnico ni intervenir en los mismos (dadnos y entonces
nosotros…). El departamento técnico también prefería trabajar sin ser
“estorbado”. De esta forma, no había ningún tipo de compromiso. Cuando se
presentó el producto -ya definitivo, con todas las inversiones realizadas o
comprometidas- los responsables de las demás funciones afirmaron, que el
resultado era irrealizable o invendible; “esto no se puede hacer”; “esto no es
lo que quiere el cliente”. Se había perdido tres años y mucho dinero. Entonces
sí, entonces todas las funciones se pusieron a trabajar conjuntamente
sugiriendo modificaciones para evitar el desastre. Mientras lo escribo, ni
siquiera yo llego a comprender como esta forma de trabajar era posible.
A
finales de los años 90 del siglo pasado se empezó a introducir la teoría de que
lo más conveniente era “diseñar productos en los países del primer mundo y
fabricar en China y el sudeste asiático”.
Es la muerte de la
innovación.
Durante
el desarrollo de un producto el Diseño no puede separarse de las demás
funciones ni de los problemas de la Producción, ni siquiera con los medios de
comunicación que existen.
Como
hemos visto, en ciertas empresas, incluso en aquellas que desarrollan productos
rutinariamente, el trabajo en un proceso de desarrollo de productos tiene un
fuerte componente mágico, entendiendo por magia el confundir deseos con
realidades.
El
componente mágico implica (siempre lo hemos visto así) que los protagonistas
del proyecto sean Héroes, Magos y Sabios. No falta el papel de Mago de Hoz.
Los hitos y fases del proyecto
Los
que siguen son un ejemplo globalmente aceptado. Algunos detalles pueden variar
con el tipo de producto.
Cada
fase solo se podrá iniciar cuando la anterior esté terminada, documentada y
aprobada por el Comité correspondiente. La fecha de la reunión para tomar la
Decisión correspondiente la determinará el Responsable del Proyecto al menos
dos semanas ANTES de finalizar la fase en cuestión para evitar pérdidas de
tiempo.
Las
sucesivas revisiones de diseño se discutirán y aprobarán en las reuniones del
Equipo de Proyecto y formarán parte de los sucesivos documentos de soporte y
actualizaciones de los mismos, singularmente las Especificaciones de Producto (EDP). En general, el equipo de
proyecto no aceptará cambios posteriores a la Decisión de Industrializar.
La
Ficha de Apertura NO ES MODIFICABLE, dado que su finalidad es la autorización
de iniciar el proyecto.
El
mayor esfuerzo se debe hacer en las primeras tres fases para hacerlo bien desde
el principio y porque en ese momento los gastos son menores. Otro momento
importante viene cuando se lanza el producto debido a que los gastos e
inversiones ya se han hecho y el retraso significa un alto coste de oportunidad.
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