Fortalezas y debilidades de la industria manufacturera.

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Introducción

La pandemia COVID-19 es una discontinuidad que ha puesto de manifiesto lo que todos los interesados en el tema sabían y mucha gente intuía. El modelo económico español es muy frágil por su dependencia del turismo, el gran número de parados, el fracaso escolar y el aumento constante de la deuda pública.

Pasada la pandemia, no será suficiente volver a la situación de 2019. Deberemos afrontar una deuda gigantesca y un déficit crónico incompatibles con las normas de la UE y el sentido común. A todo ello se sumará la necesidad de hacer frente a los problemas medioambientales.

La industria debería ser el vector sobre el que pivotar la recuperación económica en nuestro país por su capacidad de crear valor añadido de calidad y mayores y más estables niveles de ocupación y reparto de riqueza.

Situación de la industria española y evolución necesaria.

Veamos el peso de la industria en el PIB en 2019 y un objetivo para 2030. La recomendación de la UE es que el peso de la industria en el PIB sea de un 20%.


Escenario industrial 2021.

·          El 97% de las empresas industriales españolas tienen menos de 50 trabajadores. El 73% menos de nueve. La dimensión de las empresas se traduce en una escasa capacidad inversora y en la dificultad para acometer la I+D+i. Muchas de ellas no han superado la tercera revolución industrial y estamos a las puertas de la cuarta (I4.0)En España, una empresa manufacturera con más de 250 empleados tiene una productividad un 76% superior a la de una pequeña (de 10 a 49 ocupados) y exporta mayor parte de su producción (un 33,5%, casi el doble que una pequeña).

·          Las industrias de tecnología alta y muy alta representan el 35% del total mientras que el otro 65% son empresas de media o baja tecnología. La supervivencia de la industria dependerá de la capacidad que tenga para generar innovación propia y ser así competitiva. En sectores de baja tecnología tenemos poco futuro frente a quienes tienen costes laborales más bajos

·           La Industria es el sector que genera más empleo de calidad. Ocho de cada diez empleados en el sector tiene contrato indefinido. No obstante la población –y sobre todo la juventud- lo ve con gran antipatía. Año tras año se reduce el número de estudiantes de ingeniería.

·           Son muchas las empresas tractoras nacionales que han sido cerradas o vendidas.

·          En  cuanto  a  la  propiedad/control  de  las  unidades  empresariales la industria  manufacturera  española  muestra  un  peso  relativo  muy  pequeño,  en  línea  con el  total  UE-28,  de  las  empresas  de  matriz  extranjera. Suponen  apenas  un  1,1  por 100  del  total  de  empresas,  aunque  en  el  detalle  por  ramas  hay  excepciones  relevantes, sobre  todo  la  industria  farmacéutica  (21,1  por  100)  y  el  grupo  de  vehículos  de  motor y  material  de  transporte  (9,2  por  100).

·          Ese  bajo  peso  relativo,  coherente  con  el  gran  número  de  micropymes,  se  eleva extraordinariamente  al  contemplar  el  VAB  generado  por  las  empresas  manufactureras, donde  las  de  control  extranjero  aportan  en  torno  a  un  tercio  del  total,  aportación  que es  mayor  aún,  del  orden  del  50  por  100,  en  química  y  farmacia,  y  del  orden  del  75 por  100  en  la  fabricación  de  vehículos  y  otro  material  de  transporte. 

·           Datos complementarios

§  La tasa de paro EPA (2019) era del 14 % y ha sido del 16,1 % en 2020.

§  La tasa de paro juvenil era del 34 % y ha llegado al 40,1 % en 2020.

§  El déficit público era entre 2,5 y 3 % del PIB. Llegó al 10,5 % en 2020.

§  La deuda pública era del 95…100% del PIB. En 2020 llegó al 120 %.

§  Las tasas de abandono escolar son de un 21,4 % para los hombres y un 13 % para las mujeres (2019).

Factores que condicionan la dimensión de las empresas españolas.

  • Modelo económico español
  • Legislación laboral, que da mucho poder a los sindicatos a partir de 50 empleados.
  • Mentalidad del empresario
  • Empresas poco competitivas.
  • Condena social al empresario. Hasta la palabra "empresario" está prohibida y sustituida por "emprendedor".
  • Falta d empresas tractoras.
  • Legislación medioambiental en un mundo globalizado.
  • Valores vigentes en la sociedad.
  • Sistema educativo
  • Sistema financiero 
  • Complicaciones administrativas.
  • ...
Una vez cambiado por consenso el sistema educativo por otro basado en la cultura del esfuerzo podrían cambiar los valores vigentes. En 25...30 años podríamos ir teniendo empresas más grandes. Para hacer de una empresa pequeña una grande se necesitan de 40 a 50 años.
Sin cambiar el sistema educativo no hay esperanza.

Un objetivo para 2030

Componentes del PIB                                                            2019        2030 (objetivo)

·         Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca                            3,1 %                         3 %

·         Construcción                                                                           6,4 %                         6 %

·         Industria manufacturera                                                         13,1 % [1]                    16 %

·         Turismo                                                                                  12,4 %                          12 %

·         Servicios                                                                                 65,5 %[2]                     63%

Fuentes: https://www.idescat.cat/indicadors/?id=ue&n=10133&lang=es&t=201800 

Incremento de participación de la Industria.

El objetivo del gobierno es que el PIB en 2030 sea de 1.500.000 M€ contra los 1.245.000M€ de 2019. Para conseguirlo sería favorable que el peso de la industria manufacturera en el PIB pasará del 13,1 % de 2019 al 16% en 2030, bajando ligeramente la participación de los demás componentes.

Los retos de la industria española para aumentar su participación en el PIB son múltiples y engloban tanto el aumento de la competitividad e internacionalización como la formación del capital humano y la inversión en I+D y nuevas tecnologías. Conseguir un mayor tamaño de las empresas industriales españolas ayudaría a aumentar su productividad.

 Hay publicados muy buenos análisis, informes, estudios, pactos, montañas de papel, acerca de lo qué habría que hacer para mejorar la situación de la industria española. No resulta tan claro es quién debe hacerlo y cómo.

La pregunta quién tiene tres respuestas.

·          Los empresarios.

·          La Administración Pública.

·          Ambos.

Los empresarios

En los estudios a que he hecho referencia se habla de emprendedores, emprendimiento y agentes sociales. Apenas se mienta al empresario. Es coherente con la actitud de gran parte de la sociedad española que se ubica  muy mayoritariamente hacia la izquierda sociológica[3] y detesta la figura del empresario[4] y de la gran empresa.

Es verdad que muchas veces el empresario no es competente y su organización mejorable.

La principal misión del empresario es que su empresa, dentro de un entorno legal dado[5], añada valor a los recursos de que dispone y crezca. Si no lo hace así, tarde o temprano la empresa se hundirá dejando sin trabajo a sus empleados y a él mismo.

Como consecuencia solo contratará nuevos empleados si tiene una cierta convicción de que esa contratación generará más valor que el costo que representa el nuevo empleado (no solo el salario) y si el entorno da sensación de estabilidad, seguridad jurídica y oportunidades de negocio. De no ser así, preferirá coyunturalmente renunciar al crecimiento y finalmente, si la situación se prolonga, vender o cerrar la empresa.

Algo parecido se puede decir en cuanto a la inversión, sobre todo la inversión para innovar. El empresario tiene que dedicar importantes recursos económicos que no sabe si recuperará ni el valor que añadirán. Tiene que correr riesgos muchas veces inciertos[6].

La Administración Pública

La misión de la Administración Pública es crear condiciones del entorno que generen oportunidades de negocio sin poner restricciones inútiles al desarrollo. Recordemos que “El  capital se escurre entre las manos de los estados dictatoriales que no defienden a los particulares y a sus propiedades y en cambio fluye hacia los estados que protegen el imperio de la ley y la propiedad privada” (Yoha Nahari).

Entre esas condiciones de contorno cualquier ayuda económica, de asesoramiento o de formación es valiosa, siempre que genere también valor para el conjunto de la sociedad. Pero sin estabilidad y seguridad jurídica, “aunque llevemos el caballo al rio no beberá”.

Cuando la empresa pública es necesaria también debe añadir valor. De no ser así, a corto plazo no cerrará pero sus pérdidas tendrán la forma de impuestos y la sociedad se empobrecerá. Es difícil ver una empresa pública competitiva. El dinero no convierte a un burócrata en empresario.

El aumento de proporción  de la Industria en el PIB se conseguiría sobre todo por el crecimiento de las empresas medianas y grandes ya constituidas, bajo control nacional y en mercados conocidos. Que las empresas industriales, en su gran mayoría de menos de 50 empleados, puedan aumentar de tamaño será determinante para incrementar su competitividad y su potencial de crecimiento.

Eso es muy difícil de conseguir en una sociedad muy escorada ideológicamente hacia la izquierda, doctrinariamente en contra de la empresa privada, sobre todo de la grande. Probablemente la administración pública se concentraría en la creación de Start-Ups y PYMES, cuidando de que no se lleguen a convertir en grandes. Eso no funcionará y en todo caso, se tarda más de una generación en conseguir que una PYME llegue a ser una gran empresa.


Conclusiones

·         La posición en que se encuentra la Industria es la consecuencia de decisiones políticas y económicas tomadas a lo largo de muchos años, de las oportunidades y restricciones del entorno y de la cantidad y calidad de los recursos accesibles.

·         Esta posición no cambiará a menos que lo hagan los factores mencionados.

·         El dinero es un recurso pero no un motor de cambio.

·         Observando el DAFO de la Industria se constata que las debilidades y amenazas no son resolubles ni a corto ni a medio plazo y ni siquiera han empezado a afrontarse.

Así las cosas no sería realista contar con la Industria como motor del cambio del modelo económico español en los próximos 10 años.


[1] El peso total de la industria es 16,1.

[2] Excluido el turismo

[3] 64,4 % se declara de izquierdas y 26,1 de derechas. Barómetro del CIS de julio 2021

[4] https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/podemos-amancio-ortega-donaciones_246285_102.html

[5] Por ejemplo, la legislación medioambiental.

[6] El riesgo es calculable. La incertidumbre no lo es.




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