Tres escenarios para el modelo económico español.

Introducción

La pandemia COVID-19 es una discontinuidad que ha puesto de manifiesto lo que todos los interesados en el tema sabían y mucha gente intuía. El modelo económico español es muy frágil por su dependencia del turismo con comportamientos inadecuados, el gran número de parados, el fracaso escolar y el aumento constante de la deuda pública. 

Pasada la pandemia, que no sabemos cuánto tiempo se prolongará pero no parece exagerado pensar en tres-cinco años, no será suficiente volver a la situación de 2019. Deberemos afrontar una deuda gigantesca, un déficit crónico incompatibles con las normas de la UE y el sentido común y una profunda desmoralización. 

A todo ello se sumará la necesidad de hacer frente a los problemas medioambientales. Tenemos  que consumir más para reactivar la economía y consumir menos para no cargarnos el planeta. 

Algunos datos de 2018-2020

Componentes del PIB

Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca 3,1 %

Construcción                         6,4 %

Industria manufacturera                             12,6 %  

Turismo                                 12,4 %

Servicios, excluido el turismo         65,5 % 

Fuentes: https://www.idescat.cat/indicadors/?id=ue&n=10133&lang=es&t=201800

https://www.camara.es/sites/default/files/detalle/mapa_del_sector_industrial_espanol_claves_y_retos_septiembre_2018.pdf

Otros datos

El 97% de las empresas industriales españolas tienen menos de 50 trabajadores. El 73% menos de nueve. 

El peso de la alimentación en la industria es del 22%. El del material de transporte es 16%, los productos químicos y farmacéuticos 17%. El resto de actividades oscila entre 0,6 y 6%. 

En España, una empresa manufacturera con más de 250 empleados tiene una productividad un 76% superior a la de una pequeña (de 10 a 49 ocupados) y exporta una mayor parte de su producción (un 33,5%, casi el doble que una pequeña).

El sector que genera más empleo de calidad es la Industria. Ocho de cada 10 empleados en el sector tiene contrato indefinido

Las tasas de abandono escolar son de un 21,4 % para los hombres y un 13 % para las mujeres (2019).

La tasa de paro EPA (2019) era del 14 % y ha sido del 16,1 % en 2020.

La tasa de paro juvenil era del 34 % y ha llegado al 40,1 % en 2020.

El déficit público era entre 2,5 y 3 % del PIB. Llegó al 10,5 % en 2020.

La deuda pública era del 95…100% del PIB. En 2020 llegó al 120 %.

Escenarios

Las previsiones son siempre equivocadas, 48 horas antes de la caída del muro de Berlín nadie la preveía. Pueden servir para tener un horizonte e ir corrigiendo. Para describir una posible evolución del modelo económico español vamos a utilizar el procedimiento de los escenarios que se utiliza en prospectiva. Consideraremos tres de entre todos los posibles. No se pretende adivinar el futuro sino determinar hacia dónde se debería ir.

Escenario actual: 2021

Recoge las previsiones del gobierno.

España irá superando la pandemia y recuperando el turismo con el precio y la escasa conflictividad en el país como ventajas competitivas. Como habrá que reducir el déficit y pagar la deuda acumulada durante 2020 no bastará con volver a la situación de 2019, que ya era mala. En ese año el PIB era de 1,25 B€ la deuda 1,19 B€ y el déficit de 35.637 M€. Las previsiones del gobierno para este año son 1,2 B€, 1,2 B€ y 100.800 M€ respectivamente. Este déficit significa que sin la ayuda del BCE la última semana de cada mes el gobierno no podría hacer frente a los gastos sociales, de educación, sanidad, etc. La prima de riesgo volvería a valores de 2011 y España entraría en situación de bancarrota. Simultáneamente España tendrá que cumplir con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para cumplir con los objetivos medioambientales. La enorme cifra de desocupados, una vez superados los ERTE, fuertes subidas de impuestos y la situación de guerra en Cataluña auguran disturbios en otoño de un alto grado de intensidad que, a su vez, pondrán en riesgo la recuperación.

España irá superando la pandemia…

La llegada de temperaturas más altas, la –hasta el momento- aparente eficacia de las vacunas y el mayor conocimiento que se va teniendo del COVID-19 rebajará los indicadores a valores de menor riesgo que permitirán el regreso paulatino de los viajeros. Esos valores no serán válidos para todos nuestros clientes. 

…recuperando el turismo con el precio y la escasa conflictividad en el país como ventajas competitivas.

En principio, el interés de la gente para visitar España no tiene por qué disminuir. 

Considerar el precio como una ventaja competitiva es siempre peligroso porque depende de la competencia. 

La calidad de infraestructuras y servicios debe mantenerse.

La conflictividad del país puede empeorar en forma más acusada que en la gran recesión debido a las penurias económicas y el paro, consecuencias de la pandemia y la situación de guerra  en Cataluña. “Si los hombres no cumplen los pactos que han acordado, se hallan en una situación de guerra” (Hobbes).

Como habrá que reducir el déficit y pagar la deuda acumulada durante 2020…  

Si no damos señales de poder cumplir con nuestros compromisos nos exponemos a una elevada prima de riesgo, unos intereses de la deuda que nos arruinarán y la bancarrota, con todo lo que representa socialmente. 

…no bastará con volver a la situación de 2019, que ya era mala.

En ese año la deuda y el déficit seguían aumentando (figura 1). 

La tasa de paro es insoportable, doblando la media de la UE. Aunque inferior a la de la gran recesión y en continuo descenso desde 2013 (figura 2) es de esperar un fuerte incremento de personal desocupado al finalizar el periodo cubierto por los ERTE.


Figura 1. Evolución de la deuda y el déficit.


Figura 2. Tasas de paro

Este déficit significa que la última semana de cada mes, sin la ayuda del BCE, el gobierno no podría hacer frente a los gastos sociales, de educación, sanidad, etc…No confundir PIB con los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Los gastos del estado se estiman en 556.875 M€ y lo presupuestado son 456.075 M€

Un déficit de 100.800 M€ es lo que los gastos del estado superan a los ingresos del estado .Paga el BCE a través de la emisión de deuda pública. 

La prima de riesgo volvería a valores de 2012 y España entraría en situación de bancarrota.

En 2012 la prima de riesgo alcanzó los 613 puntos. El déficit era de 11% respecto del PIB, similar al de 2020. Si la situación se repitiera los intereses de la deuda serían diez veces mayores y España entraría en bancarrota.

Simultáneamente España tendrá que cumplir con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima para cumplir con los objetivos medioambientales.

Ello obligará a un esfuerzo grande y sostenido en el tiempo. A la vez será una oportunidad para invertir en las nuevas infraestructuras y productos, aumentando el PIB . 

La enorme cifra de desocupados, una vez superados los ERTE, fuertes subidas de impuestos y la situación de guerra en Cataluña auguran disturbios en otoño de un alto grado de intensidad que, a su vez, pondrán en riesgo la recuperación.

La tasa de paro más probable es superior al 25% y similar a la de la gran recesión, mucho mayor de la prevista por el gobierno (15,2%).

Las subidas de impuestos, aunque malas para la economía son inevitables y afectarán sobre todo a las clases medias y bajas.

Un escenario post pandemia; 2025

Se trataría de dar por buenas las previsiones del gobierno para 2025, excepto en la variable EPA. Se volvería a una situación semejante a la de 2019. Lamentablemente la variable “Conflictividad” empeorará con las falsas expectativas sociales creadas en economía, el sectarismo político y la situación de guerra en Cataluña 

Definición y parametrización de las variables. Actual y horizonte 2025.

El escenario “Ambición 2030” con cambio de modelo económico.

Responde a la situación que sería deseable para cambiar el modelo económico actual por otro más robusto. Se definen cinco desafíos con objetivos, acciones y responsables.

Superada la pandemia y recuperados los niveles económicos anteriores a la misma, España se encontrará ante una deuda gigantesca, la situación de guerra en Cataluña la inmigración irregular y la inevitable conflictividad social. A todo ello se unirá un paro creciente debido a causas conocidas combinadas con una economía deflacionaria causada por la creciente digitalización y una oferta muy superior a la demanda. Los objetivos de la COP-25 balancearán en parte estos efectos, si se dispone del dinero necesario. Serán imprescindibles pactos de estado y dejar de lado la lucha partidista para pensar en el bien común. El propósito final debe ser el de conseguir un modelo económico robusto. La alternativa es convertir a España en un estado fallido. Habrá que mejorar la calidad del sector turismo y hacerlo sostenible mejorando los ingresos que obtenemos por viajero y estancia (“turismo de calidad”). Será necesario apostar por otro sector en el que apoyar la recuperación. La agricultura y la construcción parecen haber llegado a sus límites. Habrá que pensar en la industria por su capacidad de crear valor añadido de calidad, y mayores y más estables niveles de ocupación y reparto de riqueza. 

Superada la pandemia y recuperados los niveles económicos anteriores a la misma,

En un modo u otro es lícito suponer que en 2025 la pandemia se habrá superado y que habrá una fuerte reactivación sin cambiar nuestro modelo económico.

…España se encontrará ante una deuda gigantesca,

Originada por las dos crisis; la gran recesión de 2008 y la pandemia de 2020.  En 2025 rozará el 120% del PIB. Hasta 2030 debería irse acercando al 60% fijado en los criterios de convergencia de la UE. Los intereses de la deuda representan una carga demasiado pesada; insostenible si aumenta la prima de riesgo. La única posibilidad para reducir la deuda parecería estar en el incremento del PIB con ayuda de una inflación contenida. 

…la situación de guerra en Cataluña la inmigración irregular y la inevitable conflictividad social.

Cuando los pueblos no respetan los pactos se encuentran en una situación de guerra. El independentismo se puede considerar semejante a una religión es decir, una organización de amplio espectro regida por leyes, normas y valores suprahumanos. Las religiones son invencibles por las buenas o por las malas. Además son irredentas. 

La situación económica, la elevada desocupación y la necesidad de sacrificios originarán disturbios, como ocurrió después de la gran recesión.

A todo ello se unirá un paro creciente debido a causas conocidas combinadas con una economía deflacionaria causada por la creciente digitalización y una oferta muy superior a la demanda.

Los objetivos de la COP-25 balancearán en parte estos efectos, si se dispone del dinero necesario.

Para obtener subvenciones existe el peligro de colocar aerogeneradores donde no hay viento. 

Los paneles solares fotovoltaicos son mucho menos eficientes que los aerogeneradores pero pueden distribuirse mejor. 

Ya han empezado las discusiones entre los ecologistas que quieren instalar artefactos para obtener energía renovable y los que lo impiden.

Serán imprescindibles pactos de estado y dejar de lado la lucha partidista para pensar en el bien común. El propósito final debe ser el de conseguir un modelo económico robusto.

Las medidas que el gobierno de cualquier color deberá tomar serán impopulares a corto plazo y basadas en la cultura del esfuerzo y la solidaridad. Esto requiere los valores de derechas e izquierdas. 

La alternativa es convertir a España en un estado fallido.

Dados los antecedentes históricos parece prácticamente imposible que se consigan pactos de estado. Si no es posible disminuir ni pagar la deuda habrá una intervención de la UE. Es muy fácil arruinar un estado por pura incompetencia de los gobiernos y la desorientación de la sociedad. El ejemplo paradigmático es Venezuela. Basta con: 

  • Desincentivar con impuestos elevados y trabas administrativas.a empresas e individuos que crean valor. 
  • Subvencionar instituciones e individuos que absorben valor.
  • Permitir o crear una administración ineficaz e ineficiente.
  • La inseguridad jurídica.

Habrá que mejorar la calidad del sector turismo y hacerlo sostenible mejorando los ingresos que obtenemos por viajero y estancia (“turismo de calidad”).

Hasta ahora, nuestras ventajas competitivas  han sido los precios bajos y la escasa conflictividad en el país. Tendremos que conseguir otra u otras. En “sol y playa” no somos los únicos. Hace más de 70 años que nuestros clientes tienen una idea muy clara de lo que pueden esperar de su viaje y lo que les costará. Por eso vienen. El precio debe responder a lo que el cliente espera recibir a cambio. 

Abandonar nuestra ventaja competitiva al aumentar los precios pasa por acciones que serían progresivas, se han de tomar todas a la vez y aumentan los costos. Tendremos 10 años para cambiar nuestro modelo turístico. Estamos obligados a evitar que la reactivación del turismo, que llegará con el fin de la pandemia, nos haga abandonar ese propósito de cambio. Varios economistas durante muchos años han afirmado que ese cambio es necesario. Solo que nadie dice cómo hacerlo. La historia es muy importante. Ni siquiera está claro lo qué se entiende por “turismo de calidad”. Probablemente también lo tenemos. No es ni puede ser mayoritario. 

Es muy difícil subir los precios. Imprescindible ofrecer algo más o diferente de lo que ofrecíamos en 2019 y fuertes campañas de promoción para que el viajero lo sepa. Será necesario concretar internamente cuál será nuestra nueva ventaja competitiva, cómo la conseguiremos, quién será el responsable de las campañas de promoción y conocer a nuestros nuevos competidores.

Una explosión social debida a los efectos económicos de la pandemia, a la situación de guerra en Cataluña y a la amenaza latente del terrorismo internacional pondrían en peligro la ventaja competitiva que representa la escasa conflictividad social en el país, como en el pasado ha sucedido a alguno de nuestros competidores.

Será necesario apostar por otro sector en el que apoyar la recuperación. 

Para incrementar el PIB y reducir la deuda pública los ingresos por turismo deberían aumentar un 24% con respecto a 2019. En 2019 el modelo no daba más de sí. El cambio es imprescindible. Pero ese incremento no basta para una reducción sustancial de la deuda. 

La agricultura y la construcción parecen haber llegado a sus límites.

La agricultura y la ganadería no tienen recursos suficientes (materiales y humanos) ni masa crítica. No son negocio y están en manos de recursos humanos escasos, envejecidos y sin recambio.   

Una población cada vez más envejecida y –de momento- empobrecida no parece necesitar crecimiento en el sector de la Construcción. De hecho, desde el 2006 la aportación de la Construcción al PIB ha disminuido del 10,4 % al 6 4% en 2018. Todavía un punto por encima de la Zona Euro. La construcción de un parque de viviendas sociales así como la rehabilitación de edificios incluida en el PNIEC serán un elemento de ayuda a la recuperación.

Habrá que pensar en la industria por su capacidad de crear valor añadido de calidad, y mayores y más estables niveles de ocupación y reparto de riqueza. 

Se han publicado varios estudios sobre la importancia de la Industria en la recuperación de España.  Tendremos 10 años para abordar las cuestiones pendientes: 

El peso excesivo de las microempresas y empresas pequeñas. Hay pocas empresas tractoras.           

La escasa presencia en mercados internacionales por falta de innovación y competitividad.

El fuerte endeudamiento bancario y la ausencia de otras formas de financiación. 

La concentración en sectores de escasa tecnología generadores de bajo valor añadido. 

La falta de una adecuada organización empresarial (Huerta y Moral, 2019).

El sistema educativo y la formación son insuficientes e inadecuados.

El desprecio a la cultura del esfuerzo.

El sector que genera más empleo de calidad es la Industria. Ocho de cada 10 empleados en el sector tiene contrato indefinido, lo que no es óbice para que la población –y sobre todo la juventud- vea el sector con gran antipatía.

Estamos a las puertas de la cuarta revolución industrial (I4.0).  La proporción de empresas pequeñas y medianas es del 99,8%. Muchas de ellas aún no han superado la tercera revolución industrial. 

No olvidemos que la Industria con propietarios de otros países, como la automovilística, puede ser deslocalizada en cualquier momento si con ello los propietarios creen reducir costos o afrontar menor conflictividad social.

La participación de la industria en el PIB debería aumentar en un 40%, para alcanzar el 18% del total. Por ahora, más allá de estudios y más estudios, no se ve ningún interés público ni privado en conseguir ese aumento.

Parametrización de las variables. Horizonte 2030.





Desafíos para el país 

Desafíos 2025

Desafío 1 .     Objetivos COP 25. Se está en camino de conseguir un objetivo.

Desafío 2.      Volver a un déficit público inferior al 3% 

Desafío 3.      Volver a los ingresos por turismo de 2019

Desafío 4. Recuperación del PIBpm  de 2019

Desafío 5         Reducir  la Tasa de paro EPA a menos del 20%

Desafiós 2030

Desafío 1 Objetivos COP 25. Se consiguen dos objetivos.

Desafío 2.  Mantener un déficit público inferior al 3% 

Desafío 3.  Incrementar los ingresos por turismo de 2019 en un 24%

Desafío 4. PIB superior al de 2019 en 10%

Desafío 5   Tasa de paro EPA menor del 14%


Beneficiarios del cambio de modelo

La sociedad en general

Los empleados

Los empresarios

La UE

El medio ambiente

Propuesta de objetivos, acciones y responsables por desafío.

El animador y jefe de proyecto de todas las acciones deberá ser el ministro del ramo.

     11. Un aerogenerador de 3MVA equivale a una Ha de paneles PV

13. La previsión del gobierno, en abril 2021, es que en 2025 el PIBpm alcanzará los 1,35 B€
14. En 2019 Era del 12,4% del PIB
15. 13,1% del PIB en 2019



Conclusiones

Es muy probable que en 2025 recuperemos los niveles económicos de 2019. Si eso nos mantiene en un paro EPA del 20-25% y un paro juvenil del 40% no podemos conformarnos. Nuestro modelo económico seguirá siendo muy frágil. Si no damos señales de poder cumplir con nuestros compromisos nos exponemos a una elevada prima de riesgo, unos intereses de la deuda que nos arruinarán y la quiebra, con todo lo que representa socialmente.

Hay que cambiar el modelo económico. Solo con echar una ojeada a las tablas anteriores cualquiera puede darse cuenta de lo difícil que resultará ir a un nivel más robusto. 

Es un reto para los políticos y la sociedad. Con las actitudes actuales no hay arreglo. Es necesario un pacto de estado en el que resulta difícil creer. Incluso con un pacto, diez años es un tiempo muy corto. Se necesita, al menos una generación. Lo más importante es emprender el camino correcto; empezar. De momento no se ven señales y el tiempo pasa. 









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